El dólar, los precios y los sueldos avanzaron de forma dispar en 2025. Cómo llega la economía argentina al cierre del año y qué se proyecta para 2026.

Entre el 1 de enero y el 30 de octubre de 2025, el dólar oficial subió 38,7%, pasando de $1.052,50 a cerca de $1.460, y llegó a tocar un pico de $1.485 durante las tensiones cambiarias de principios de octubre. En ese mismo período, la inflación acumulada fue de 24,8%, muy por debajo del tipo de cambio.
Esto muestra que, por primera vez en mucho tiempo, el dólar avanzó más rápido que los precios, marcando un cambio en la dinámica económica y en las expectativas del mercado. Según el último informe del INDEC, los salarios crecieron en forma desigual durante 2025. A septiembre, el índice de salarios acumuló una suba de 30,4% respecto de diciembre del año anterior, muy por debajo del aumento del dólar en el mismo período.

De cara a 2026, las proyecciones combinadas del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA y los análisis privados anticipan un año de estabilización “avanzada pero todavía incompleta”. Los analistas esperan que la inflación mensual continúe desacelerándose gradualmente hasta ubicarse cerca del 1,6% hacia abril, y que la actividad —luego de un 2025 moderado— retome un ritmo positivo con un crecimiento estimado del 1% en el primer trimestre.
El tipo de cambio seguiría un ritmo más previsible, dentro de un esquema de deslizamiento controlado, aunque con el riesgo latente del atraso cambiario acumulado. También se proyecta un superávit comercial cercano a USD 8.000 millones, impulsado por energía, agro y minería, y una tasa de desempleo estabilizada en torno al 7%. Para las consultoras privadas, el gran desafío del 2026 será doble: concluir la estabilización nominal y avanzar en reformas que permitan recomponer ingresos reales, mejorar la competitividad y reactivar el consumo.
En síntesis, el año próximo podría marcar el inicio de una etapa de mayor previsibilidad macro, pero su éxito dependerá de que las mejoras financieras y fiscales se traduzcan, finalmente, en bienestar concreto para empresas y familias.